Creando comunidad por los derechos humanos
El 18 de diciembre celebraremos nuestra XX Asamblea Regional de socios/as, será la hora de hacer balance del este año 2021, un tiempo en el que el mundo que conocemos no ha dejado de cambiar y, no siempre para bien.
Hemos aprendido a convivir con la pandemia, a relacionarnos en la distancia y, en estos últimos meses, tras el descubrimiento de la vacuna, a intentar ir recuperando poco a poco lo que antes nos parecía normal y que, tras esta experiencia, hemos comprendido que en realidad era una frágil situación de privilegio (para gran parte de la población mundial) que en cualquier momento se podía romper, como así sucedió.
Y, en esta situación, Amnistía Internacional ha seguido trabajando en primera línea, tanto en las cuestiones relacionadas con el COVID 19, como con el resto de las cuestiones relacionadas con los Derechos Humanos, objeto permanente de nuestra atención, utilizando las nuevas tecnologías para lograr llevar nuestros mensajes a un público más amplio, logrando, incluso, una mayor repercusión que lo que tenían antes, e intentando, poco a poco, volver a recuperar nuestras actividades presenciales, tan importantes, no solo en su aspecto de activismo, sino también “creando comunidad”.
De esta forma, Amnistía Internacional ha estado liderando la petición de “Acceso universal y justo a las vacunas”, y aquí tenemos que destacar la labor de las activistas de AI Asturias que, aprovechando la presencia en Oviedo de los siete premiados con el PREMIO PRINCESA DE ASTURIAS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TÉCNICA 2021 (personas que, de forma independiente, han contribuido al desarrollo de alguna de las vacunas aprobadas hasta la fecha) se acercaron a ellos y les expusieron nuestras posiciones respecto a la vacuna universal, entregándoles el informe de Amnistía, así como una carta explicativa de la campaña, firmada por Esteban Beltrán, hablando personalmente con el fundador de Moderna (Derrick Rossi) y con la cofundadora de BioNTech (Ozlem Türeci) y consiguiendo que Pedro L. Alonso, director Global Malaria Programme de la OMS, les facilitara su contacto para seguir enviándole nuestros estudios sobre este tipo de cuestiones.
Igualmente, en relación con la pandemia, se continuó el trabajo con las Residencias, grupos vulnerables y personal sanitario. Por otra parte, y en íntima relación con estos temas, se realizó la campaña “El derecho a la salud en España: el deterioro de la atención primaria”.
Tampoco hemos abandonado a los más débiles de la sociedad: seguimos al lado de las mujeres, con nuestra presencia en el 8M y contra la violencia de género, luchando contra el racismo, y defendiendo a las personas defensoras de los derechos humanos, en especial los relacionados con la dignidad de los pueblos indígenas y el medio ambiente.
No olvidamos las campañas que constituyen el corazón de Amnistía, como pena de muerte y tortura, y hemos hecho frente a nuevas crisis, como el caso de la toma del poder por los talibanes en agosto pasado en Afganistán, que supuso una nueva oleada de refugiados y un grave peligro para la situación de todas las mujeres y niñas en ese país.
Paralelamente, seguimos con nuestro papel de vigilancia sobre los Estados en estos tiempos del COVID-19; los estados han visto, en esta situación, una oportunidad para acallar las voces disidentes en sus países, imponiendo restricciones que violaban los derechos humanos, o encarcelando, directamente, a las personas defensoras de los mismos. Y en España, esa vigilancia se ha centrado en el control de la adquisición de armas táser para las fuerzas de seguridad, y, en el 6º aniversario de la entrada en vigor de las reformas del Código Penal y de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como Ley Mordaza, volvimos a hacer presión para lograr que se reviertan los retrocesos causados en el ejercicio de la libertad de expresión, reunión pacífica e información.
Para terminar, como ya se señaló el año pasado, toda esta labor no se podría hacer sin la implicación de nuestras socias y socios, que, en la medida de sus posibilidades, colaboran de una forma u otra, en la defensa de los Derechos Humanos.
Una vez más gracias por compartir los valores de Amnistía Internacional y su lucha por un mundo más justo.
Ana Herrero, presidenta de AI Asturias