Asturias
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En una plaza de Gijón, varias organizaciones asturianas, recordaron lo ocurrido el 6 de febrero de 2014 en Tarajal.

Ceuta y Melilla se han convertido desde hace tiempo en un limbo sin derechos para las personas migrantes y refugiadas. Lo sucedido en 2014 en Tarajal y en 2022 en el Barrio Chino de Melilla (donde más de cien personas fallecieron o desaparecieron) son muestras dramáticas de este limbo.

En una plaza de Gijón, un grupo de activistas de distintas organizaciones asturianas se concentraron con pancartas y carteles, un equipo de sonido y la clara determinación de no olvidar lo ocurrido en Tarajal hace 10 años. Amnistía Internacional Asturias se unió a la concentración organizada por Asturias Acoge y Soldepaz Pachakuti, el pasado 6 de febrero, reclamando justicia por el fallecimiento de 14 personas en la frontera española, casos que aún siguen impunes.

Jeannot, Armand, Samba, Daouda, Luc, Yves, Larios, Youssouf, Ousmane, Keita, Omarou, Blaise, Roger y por otra persona de la que se desconoce su nombre, murieron a pocos metros de llegar a la playa de El Tarajal, la orilla española más cercana a la frontera entre Marruecos y Ceuta, aquella vergonzosa mañana de febrero de 2014.

Activistas de Amnistía Internacional en Gijón en febrero de 2024

Alrededor de 200 fueron las personas que intentaron entrar en España ese día al amanecer. De ellas, unas 90 alcanzaron las aguas que bañan la zona fronteriza. La causa de las 14 muertes confirmadas fue por ahogamiento y 23 personas fueron devueltas a Marruecos tras ser interceptados por agentes españoles.

Después de que el ministro del Interior lo negara, categóricamente y repetidas veces, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez reconoció en su comparencia en el Congreso que se disparó «material antidisturbios» para detener a los inmigrantes. Agentes de la Guardia Civil lanzaron un total de 145 pelotas de goma y usaron 5 botes de humo.

Siguen impunes

Aunque inicialmente 16 guardias civiles fueron investigados y acusados de presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave y denegación de auxilio por la muerte de los migrantes, la Abogacía del Estado recurrió el procesamiento y el Juzgado de instrucción número 6 de Ceuta archivó la causa, decisión que sería ratificada por el Tribunal Supremo. En junio del año pasado, el Tribunal Constitucional admitió a trámite un recurso contra el archivo de la causa promovido por varias ongs, recurso que está pendiente aún de resolverse, y que permite mantener viva la esperanza de las víctimas.

Ceuta y Melilla se han convertido desde hace tiempo en un limbo sin derechos para las personas migrantes y refugiadas. Lo sucedido en 2014 en Tarajal y en 2022 en el Barrio Chino de Melilla (donde más de cien personas fallecieron o desaparecieron) son muestras dramáticas de este limbo.

Una larga lista

En los últimos cinco años se amontonan las violaciones de derechos, una de las más graves para Amnistía Internacional ha sido la devolución a Marruecos de menores que llegaron a Ceuta y Melilla sin respetar el principio internacional del «interés superior del menor». Una lista larga de violaciones de derechos en la que se encuentran:

  • alrededor de 5.000 devoluciones en caliente de Ceuta a Marruecos (año 2021);
  • hacinamiento de más de 1.700 personas migrantes y refugiadas en el CETI de Melilla durante el confinamiento por la pandemia (2020);
  • múltiples expulsiones ilegales a Marruecos como las 116 personas del África subsahariana devueltas en caliente desde Ceuta (2018);
  • decenas de personas heridas en un intento de entrada en España de más de 400 personas recibidas a patadas y porrazos, de nuevo en el paso fronterizo de El Tarajal (2017).

Durante las dos décadas de este siglo se viene denunciando el imposible acceso a los puestos fronterizos, en particular para las personas de origen subsahariano o de países como Siria o Yemen, que deseen solicitar protección internacional, siendo la única opción viable la entrada de manera irregular: bien intentando saltar la valla, escondidas en vehículos o a través del mar en peligrosas e inseguras embarcaciones, o incluso a nado, como hicieron Jeannot, Armand, Samba, Daouda, Luc, Yves, Larios, Youssouf, Ousmane, Keita, Omarou, Blaise, Roger y otra persona de la que se desconoce su nombre hace 10 años.