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Retrato de Florence Nightingale

Florence Nightingale, el «ángel guardián» que inventó la enfermería moderna

Florence Nightingale, con la oposición de los médicos, dedicaría su vida a los enfermos y los desdichados creando, gracias a sus nuevos métodos, la enfermería moderna tal y como la conocemos hoy en día. Su labor fue de tal relevancia que se convirtió en la primera mujer en recibir la cruz del mérito militar en el Reino Unido así como que fue la inspiración para crear la Cruz Roja.

Autora: Celia de la Cuadra, Equipo de Violencia contra las Niñas y las Mujeres de Amnistía Internacional Madrid

Florence Nightingale nació en Florencia, en 1820, siendo la segunda de las hijas de un matrimonio que, ya desde muy niña, se interesaba por ayudar a enfermos sin medios o familiares del servicio de su casa. Inteligente, profunda e incomprendida, heredó de su padre su agudo criterio y, de su madre, su gran capacidad de organización. Desde joven se opuso fuertemente a la división de género y la imposición de roles. Su verdadera vocación se perfiló claramente: quería ser enfermera cosa a la que se oponen frontalmente sus padres, ya que las enfermeras tenían muy mala reputación y eran consideradas como sirvientas de los médicos.

Una situación la rescató de su confusión. Los amigos de sus padres Charles y Selina Bracebridge, que no tenían hijos, sentían gran simpatía por ella y la invitaron a ir con ellos a Roma, a Egipto y a Alemania, lugares donde pudo ayudar a muchos desfavorecidos y conocer diferentes culturas. En Alemania pudo contactar con la Institución Kaiserswerth, que comprendía un albergue para mujeres que salían de la cárcel, hospital para pobres, asilo para niños huérfanos, asilo para mujeres dementes y una escuela de enfermería. Colaborando allí sintió que estaba en el lugar y el momento adecuados. Su decisión estaba fuertemente tomada: dedicaría su vida a los enfermos y los desdichados. 

Escena grabada en madera en el que se aprecia a Florence Nightingale cuidando de soldados enfermos tumbados en camastros
V0004316 Florence Nightingale. Coloured wood engraving, 1855. Credit: Wellcome Library, London. Wellcome Images images@wellcome.ac.uk http://wellcomeimages.org Florence Nightingale. Coloured wood engraving, 1855. Published: – Copyrighted work available under Creative Commons Attribution only licence CC BY 4.0 http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Pero ante el silencio de su padre y la incomprensión -y hasta enfado- de su madre y su hermana, pensó que tenía tres caminos para elegir: podía ser una maestra, una mujer casada o una monja de hospital. Su problema era que no quería impregnar de religiosidad una profesión que requería aprendizaje y saber científico. Eligió ese cuarto camino. 

La guerra de Crimea y la nueva enfermería

Poco después, y ya que sus padres no podían torcer su voluntad, decidieron que acompañara a su hermana enferma a los baños en Alemania para que, una vez instalada ésta, pudiera colaborar en la Institución Kaiserswerth. Lentamente fue logrando colaborar en otras muchas instituciones, además su padre le asignó 500 libras anuales. Florence tenía buenas relaciones con Elizabeth Herbert, esposa del ministro inglés de Guerra, Sídney Herbert, a quién había conocido en Roma.

Florence Nightindale dirigiría el servicio de enfermería de todos los hospitales militares ingleses durante la guerra de Crimea

Cuando estalla la guerra (1853 – 1854) y Crimea es invadida por la alianza franco – británica, se inician dos novedades importantes para la humanidad: el periodismo de guerra y la enfermería de campaña. Florence comunicó a sus padres su decisión de ir a Crimea sin dejar espacio de las negativas, pues lo planteó como un servicio obligatorio a la patria. Su amigo desde los tiempos de Roma, el ministro de Guerra, nombró a Florence encargada de la superintendencia y de la logística y, desde el hospital de Scutari, en Crimea, dirigiría el servicio de enfermería de todos los hospitales militares ingleses. 

Ilustración de Florence Nightingale, con un texto al pie que reza 'Ángel de la guarda, en el que se le ve cuidando a un hombre herido mientras sostiene un candelabro encendido

En Scutari tuvo que enfrentarse a condiciones durísimas. Sólo cabía arremangarse y adaptarse, aunque el verdadero problema fue contar con agua limpia. No tardó en averiguar que los hombres morían por razones diferentes a sus heridas. Tenía que tomar muchas decisiones acertadas en un ambiente hostil, por la oposición de los médicos. Su idea era no enfrentarse con los jefes médicos y militares, sino ir negociando pequeños avances. Pudo hacer muchas mejoras gracias al dinero recolectado en Inglaterra para apoyarla. La actitud de los médicos hacia las enfermeras fue cambiando poco a poco. Por primera vez se tenía la ropa limpia, había distancia entre las camas y se fregaban los suelos.

Todas las noches Florence tomaba una linterna y recorría los 7 kilómetros de salas atestadas de camas con heridos y enfermos, aliviando sed, calmando dolores y llevando palabras de consuelo. El 8 de febrero de 1855 en The Times un periodista de guerra escribió: “sin exageración alguna, ella es un ángel guardián”. A partir de este artículo la reina y todo el país agradecieron sus desvelos. 

Recorte del periódico Illustrated Times de 27 de febrero de 1856 en el que se dedica una página entera a la figura y labor de Florence Nightingale

Esa misma primavera, por petición de Florence a su amigo el ministro de Guerra, una comisión sanitaria acudió al hospital y, así, se descubre que el hospital estaba sobre una fosa séptica: toda el agua estaba infestada. Ante el cambio de suministro de aguas, los números hablaron por sí mismos. De enero a marzo ingresaron 10.000 soldados, murieron más de 3.000. De abril a junio ingresaron 5.000 soldados, murieron 300. Finalmente, entre julio a septiembre:ingresaron 7.000 soldados y solo murieron 160.

Recibimiento de la Reina y creación del Centro de Formación de Enfermeras

A su regreso, tuvo oportunidad de conocer a la reina y ésta le ayudó a poner en marcha una comisión real que investigara lo ocurrido en Crimea en materia sanitaria. Se logró pese a la férrea oposición de los Jefes Militares ya que aprovechó el retraso provocado por ellos para escribir “Notas sobre la salud, eficiencia y administración hospitalaria en el ejército”, de 400 páginas y cuyo diagrama más conocido lo tituló «La pérdida de un ejército»

Además, un grupo de admiradores habían creado el fondo Nightingale para que Florence, a su vuelta, acometiera las mejoras en los hospitales británicos y creara un Centro de Formación de Enfermeras.

Florence Nightingale junto con otras enfermeras

En la segunda guerra del opio en China pudieron probarse las reformas sugeridas por Florence y las muertes descendieron sustancialmente. De su informe titulado “Observaciones” mandó copias a la Reina, a todos los miembros del gobierno británico y a las estaciones militares de allí. 

Su obra emblemática: “Notas sobre enfermería, lo que es y lo que no es”, se publicó a finales de 1859 en Londres y se reconoce como la piedra angular de la enfermería moderna, respeta el papel de la enfermera acercándola a la medicina y alejándola de la idea de sirvienta. 

Tuvo otros escritos con un pensamiento feminista, como ‘Casandra’, donde señala que la sobre feminización de la mujer la vuelve casi inválida fuera del hogar

Además, recibió muchos encargos oficiales y fue miembro de honor de la Cruz Roja creada bajo la inspiración de su comportamiento en Crimea. Cuando Koch aisló los bacilos de la tuberculosis y del cólera en 1882, Florence se sintió feliz al ver como unos seres microscópicos, invisibles para el ojo humano, acudían a respaldar sus Notas sobre enfermería. Ese mismo año Florence publicó dos artículos: “Cómo cuidar al enfermo” y “Formación de las enfermeras”.

Vida personal y reconocimiento mundial

Era una mujer guapa y de una educación elevada por lo que nunca le faltaron pretendientes. Con el primero rompió ya que le parecía incompatible su vocación con el papel de esposa y madre, a un segundo pretendiente tuvo la habilidad de convertirlo en su cuñado y el tercero pasó a ser uno de sus mejores amigos.

Lápida de Florence Nightingale

El rey Eduardo VII le otorgó la cruz del mérito militar, forzando un poco las cosas porque era la primera mujer en recibirla. El 13 de agosto de 1910, Florence murió mientras dormía en su propia casa. Desde 1974 el 12 de mayo, día en que nació, se celebra el Día Internacional de la Enfermería.