Andalucía
Andalucía

Fotografía ganadora concurso fotografía en DDHH AIAndalucía 2018

Publicado en el Diario Córdoba del 29 de junio de 2023

Es difícil, en junio, resistir la tentación de hablar, una vez más, de la política de refugio de la UE, de la diversidad sexual. Pero, coincidiendo con el final del curso escolar, decidí que el tema sería otro.

Esfuerzo. Cada vez que oigo la expresión «cultura del esfuerzo» mi estómago se rebela. Principalmente porque quien lo dice no suele ser ejemplo de haber necesitado muchos esfuerzos en la vida. Y porque es una frase hecha. Me gustaría una reflexión sobre el aprendizaje de «La gratificación aplazada, la capacidad de resistir la tentación de una recompensa inmediata y esperar una recompensa posterior». Y sí, hay muchas personas que han tenido que hacer un gran esfuerzo, compaginando trabajo y estudios, por ejemplo, para llegar a completar sus estudios. Y hay quien se ha quedado muy al principio del camino por algo que se denomina «desesperanza aprendida» y que tiene que ver con la falta de equidad en nuestro sistema educativo. Recomiendo la lectura del informe, de Intermón Oxfam, Equidad y Educación en España (2019). https://www.oxfamintermon.org/es/publicacion/Equidad_y_educacion_en_Espana 

Diré una obviedad: toda la sociedad y los medios de comunicación nos mandan mensajes continuos en dirección contraria a ese aplazamiento de la gratificación: ‘pida un préstamo hoy y no renuncie a sus sueños’, ‘no podrás resistir la tentación de (comprar un coche, comer un helado, ir de vacaciones…’ y, especialmente, el modelo de personas triunfadoras: youtuber, influencer, tiktoker, instagramer, famosos varios. Y frente a esta realidad está el maltrato a quienes sí se han esforzado, y mucho. Podría encontrar muchos ejemplos pero quiero poner la mirada en los médicos.

Maltrato. Creo que nadie discutirá que la persona que decidió, en su día, estudiar Medicina no esquivaba el esfuerzo: en el bachillerato para alcanzar la nota requerida, en la carrera (más larga de lo habitual), en la preparación del MIR. ¿Reconocimiento? ¿Condiciones dignas de trabajo? Vuelvo al comienzo del párrafo: maltrato. Contratos de corta duración. Bailes y rotación por diferentes centros. Tardanza en colocar al personal en los puestos. Maltrato a los profesionales y a los pacientes, en consecuencia. Y la perla: las plazas llamadas Dispositivo de Apoyo. Ahora estoy pensando especialmente en la Atención Primaria pero se podría ampliar el foco.

Y sí, son Derechos Humanos. El derecho a una educación de calidad y que trabaje en dirección a una mayor equidad (que no agrave las desigualdades porque disminuirlas no está en su poder) y el derecho a la salud, que pasa por una mayor financiación de la Atención Primaria y un cuidado de sus profesionales.

Este es el ejemplo que recibe la sociedad. Oír hablar de meritocracia a quien debería callarse produce sonrojo.

María Jesús Monedero

Activista de Amnistía Internacional