Madrid
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El miedo genera una falsa necesidad de protección, la protección genera sumisión y dependencia. ¡Hemos de cambiar esta tendencia!

Ya pasó el día de la mujer y su manifestación correspondiente. El comunicado que nuestras compañeras sacaron para el 8 M se inicia así:

«Ante la preocupante tendencia global de propagación de mensajes misóginos por parte de algunos líderes políticos y religiosos, y el aumento de políticas y prácticas opresivas y sexistas, mujeres de todo el mundo se hacen fuertes para que no se retroceda en derechos y libertades alcanzados».

Leer esas palabras me anima a continuar con estas pequeñas reflexiones sobre comportamientos, actitudes y estilo de vida que, en mi opinión, ayudan a defender los derechos humanos de las mujeres y las niñas. 

Patriarcado

Es lógico que el sistema social patriarcal nos quiera sumisas, porque cambiar protección por sumisión es una idea de mucho éxito.

Bien es verdad que, en mi experiencia personal, conozco muchas más “abuelas” miedosas que “nietas”, pero a veces me pudre los tremendos miedos que veo en las mujeres bien maduras:

– Cojamos el autobús.

– ¡Pero si son dos paradas y aún no son las siete de la tarde!”

– Ya, ¡pero está tan obscuro!”

– “No, esa boca de metro no”

– “¡Pero si es la más cercana!”

– “Ya, pero hay que pasar por un pasillo solitario que me da miedo”

¿No te da miedo vivir sola?, me dicen las mujeres en un pequeño pueblo del Alto Tajo en donde paso temporadas viviendo en una casita en medio del pueblo. “¿Miedo de qué?”, les pregunto, “¡Ay, no sé!, pero a mí me daría miedo!”

Ya escucho a las de mediana edad y a las jóvenes decir: “¡ya, pero eso es cosa de viejas! ¿De viejas? Puede, ¡pero ojo!

Hace muchos años leí un estudio sociológico sobre la segunda generación que vivía el comunismo en Rusia. Sorprendentemente, y pese a los esfuerzos del partido comunista, esa generación era muy religiosa. La conclusión era clara, mientras ambos padres trabajaban, los niños eran cuidados por los abuelos, gentes muy religiosas del periodo de los zares.

No sé si os suena, pero hoy en día está pasando en España un fenómeno similar. Miles de abuelas cuidan todos los días a sus nietas y nietos y ellas están transmitiendo, de forma inconsciente, ese miedo femenino. Porque las mejores enseñanzas no se trasmiten con la palabra y la teoría, si no por la imitación de los comportamientos.

El miedo genera una falsa necesidad de protección, la protección genera sumisión y dependencia

Si no os ocupáis de los miedos de las abuelas puede que crezca el sistema patriarcal en la sociedad que vivirán vuestras hijas e hijos de adultos.