¿Cómo se ven afectados los derechos de las personas refugiadas y migrantes en los tiempos del Covid19?
Las personas que viven en campos de refugiados, como los de Grecia, están siendo abandonadas a su suerte en plena pandemia
Autora: Yolanda Martínez, Equipo Refugio de Amnistía Internacional Madrid
En muchas redes sociales he visto textos que tienden a romantizar la cuarentena como un periodo perfecto para el autoconocimiento. Pero, ¿todos disfrutamos de los mismos derechos durante la cuarentena?
No muy lejos de nuestras casas, hay personas que tienen que lidiar 24 horas con una pareja maltratadora, una familia numerosa, acostumbrada a vivir al día, hacinada en un diminuto apartamento o un grupo de personas migrantes compartiendo habitación mientras se preguntan en silencio ¿cómo van a sobrevivir sin poder sacar la “manta”?
La situación cambia incluso a peor cuando ni siquiera tienes cuatro paredes que te aíslen de este enemigo invisible contra el cual el mundo entero está luchando actualmente.
Ese mensaje de #QuédateEnCasa que hoy inunda nuestros balcones, no es aplicable a todas las personas sin hogar, personas migrantes en situación irregular o personas refugiadas que siguen viviendo en las calles de Madrid o, en el mejor de los casos, se encuentran hacinadas en los albergues de acogida. Lugares donde no se garantizan unas medidas de seguridad ni unas condiciones dignas. Las personas trabajadoras, también denuncian la imposibilidad de mantener la distancia de seguridad y la falta de equipo de protección, lo que supone un peligro para la salud de todos y todas, como nuestra compañera Cari denuncia en este video.
Pero me gustaría poner el foco en un lugar que hoy nos preocupa especialmente: los campos de refugiados en Grecia. Lugares que se han convertido en espacios liminales, como diría Arnold Van Gennep, limbos pensados para las personas que no tienen cabida dentro del sistema.
Médicos Sin Fronteras avisaba hace un mes de lo devastador que sería si el Covid19 llegase a estos campos, donde las medidas de distanciamiento social establecidas por la OMS son prácticamente imposibles de cumplir en lugares que llegan a sobrepasar su capacidad hasta en seis ocasiones. Sin medidas de higiene, sin agua corriente, con escasez de alimentos y sin asistencia sanitaria. Donde además, muchos de sus habitantes son especialmente vulnerables debido a las enfermedades, algunas sin tratar, que presentan.
A día de hoy, el peor de los presagios se está convirtiendo en realidad tras confirmarse los primeros positivos en los campos de Malakasa y Ritsona, oficialmente en cuarentena desde esta semana.
Mientras tanto, los habitantes de campos tan superpoblados como el de Moria (20,000), afrontan con terror el paso de los días. Algunos, ante la bomba de relojería que supone la llegada del virus al campo, han decidido abandonar su sueño europeo y volver al lugar del que huyeron. Otros, improvisan mascarillas mientras observan el desmantelamiento de las ONG que, debido a la pandemia, han parado su actividad en el campo. El gobierno griego, en lugar de evacuarlos ha optado por cerrar los campos, dejando a sus habitantes completamente aislados. Se están quedando solos.
¡Tú puedes hacer algo HOY para ayudarles! Únete a nuestra ciber campaña y ayúdanos a presionar al gobierno griego para que evacue YA a las cerca de 40,000 personas, entre ellas niños y niñas, que viven en estas condiciones. Solo así podremos evitar la catástrofe que sería la expansión del virus dentro de los campos.
La humanidad está en riesgo, sólo estará a salvo cuando todas las personas estén a salvo, incluidas las personas refugiadas y migrantes.
Ahora más que nunca el mundo necesita personas como tú, preocupadas por la protección de los derechos humanos de los colectivos más vulnerables, que son los más afectados por la crisis del Covid19. Es el momento de luchar por un mundo más justo y solidario, de presionar para que los derechos humanos de todas las personas estén en el centro de las políticas de nuestros gobiernos. Sólo así, sin dejar a nadie atrás, saldremos fortalecidos de esta crisis.
¡Únete al cambio! Hazte activista y firma nuestras ciberacciones 😉