A pesar de haberse comprometido en octubre de 2020, no hay noticias sobre la evaluación de la gestión sanitaria durante la pandemia por parte del Gobierno y de la Comunidad de Madrid
A pesar de haberse comprometido en octubre de 2020, no hay noticias sobre la evaluación de la gestión sanitaria durante la pandemia por parte del Gobierno y de la Comunidad de Madrid
Amnistía ha contactado con 21 centros sanitarios de las zonas más afectadas por el contagio de la comunidad que señalan que ven a entre 45 y 100 pacientes al día, que las listas de espera pueden llegar hasta las dos semanas y que en la mayoría de los centros las vacaciones y las bajas no se cubren
Amnistía Internacional Madrid urge a la Comunidad de Madrid, en un documento con medidas sobre salud, refugio, vivienda o violencia de género, a priorizar la atención primaria, distribuir de forma generalizada PCR al personal sanitario y garantizar la atención sanitaria en las residencias de mayores
Tras hacer frente a amenazas como el Daesh, una ola de protestas ciudadanas se ha expandido por Irak exigiendo mejoras en las condiciones de vida, así como el fin de la corrupción. El COVID-19 las detuvo, pero han vuelto a resurgir.
Si nos atenemos a las cifras, sorprende ver que de los 18 asesinatos de mujeres cometidos por sus parejas o exparejas en el 2020 (datos oficiales) “sólo” 2 se han cometido durante el confinamiento. Una lectura superficial de los datos podría hacernos creer que este aislamiento social ha suavizado la situación e incluso, ha detenido la violencia de género.
El papel de la mujer en esta crisis, que conforman el 70% del personal sanitario en España, ha de ser tenido en cuenta para que no de pasos hacia atrás. La violencia de género, los cuidados o su situación laboral son aspectos a tener en cuenta para que este pandemia no golpee duramente a la mitad de la población,
Los derechos humanos a la dignidad personal, la salud y la prevención de riesgos laborales, deberían haber sido guías orientadoras de todas las decisiones políticas en respuesta a la pandemia del coronavirus. Tanto de las autoridades autonómicas como municipales, como única manera de salvaguardar los derechos humanos fundamentales de la población trabajadora o afectada por el Covid-19
Marisa Fernández, limpiadora en un hospital de la Comunidad de Madrid, nos narra la dureza de su día a día en el hospital, del miedo a ser contagiada pero también la emoción de poder estar ayudando a a las personas más necesitadas
Esta crisis obliga al Estado, al conjunto de instituciones públicas y privadas, a articular una respuesta a la pandemia que incluya un enfoque de derechos humanos en todas y cada una de las acciones, medidas y comportamientos que se adopten o realicen, pues es la única manera de que se garantice un reparto equitativo de las cargas y de los beneficios.