Si hay unas fechas señaladas para la población China esas son las de las Fiestas de Primavera. Son las fechas en las que las familias se desplazan, hasta cientos de kilómetros, para reunirse y desearse los mejores deseos para el año que comienza.
Texto: María Baeza
En Amnistía Internacional España venimos haciendo nuestra particular celebración del Año Nuevo Chino (este año será el 16 de febrero, y acaban las celebraciones con la fiesta de las Linternas, el 3 de marzo), de la que este año será su 8ª edición, saliendo a la calle con las tarjetas en las que expresamos buenos deseos de paz y libertad para la población china.
Amnistía Internacional pide el libre ejercicio de los derechos humanos en China
Y estos buenos deseos suponen peticiones de libertad, de final de la tortura, de final del acoso a activistas y de libre ejercicio de derechos humanos para una población que ve como, cada año, se limitan más sus derechos humanos y se castiga a quienes los reclaman o ponen en práctica en China. La tortura, la prisión incomunicada, la persecución a la abogacía son algunas de las graves preocupaciones actuales.
Este año nos hemos centrado en conseguir que Liu Xia, a la que han aislado hasta el punto de provocarle una depresión gravísima, pueda ver de nuevo a sus personas queridas; que Ni Yulan, a la que deshaucian continuamente y han golpeado hasta dejarla inválida, puedan vivir en paz en un hogar estable; que Dong Guangping, al que se obligó a volver a China, sea liberado y pueda salir del país si así lo desea; que Wang Quanzhang pueda ver a su familia y sea liberado tras dos años de prisión incomunicada; y que Jiang Tianyong sea puesto en libertad derogando su injusta condena y se le repare por los daños.
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Para ello estaremos en la calle un año mas, dando a conocer a la población, la realidad que viven quienes defienden los derechos humanos en China y pidiendo su solidaridad a través de las firmas en las tarjetas que hemos preparado con nuestros buenos deseos. Hemos visto como personas por cuya libertad hemos firmado otros años, se encuentran ya en libertad, y eso nos anima a trabajar para estas personas puedan pasar el próximo Año Nuevo con sus seres queridos.
¡Consigamos inundar con nuestros buenos deseos la Embajada china, superando las 2000 tarjetas firmadas que desde las diferentes poblaciones, se enviaron el año pasado!
