Madrid
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Los niños y niñas tienen derecho a la educación, no al trabajo

168 millones de niños y niñas, en decenas de países, se ven obligados a trabajar.

Texto: Diego Escribano @DiegoEscribanoC y Sara García de Blas @Saragdeblas

En muchos casos, el trabajo les impide acceder a derechos reconocidos en la Convención de Derechos del Niño y otras normas internacionales; entre ellos, el derecho a la educación.

Protección Internacional

El convenio núm.182 de la OIT considera entre las peores formas de trabajo infantil “el trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.”

Por su parte, el artículo 32 de la Convención sobre los Derechos del Niño reconoce el derecho “a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”.

A pesar de ese reconocimiento, la realidad de millones de niños y niñas está muy lejos de ser la ideal para su desarrollo.

Paul y su trabajo en la mina

En República Democrática del Congo, por ejemplo, hay 40.000 menores de edad trabajando en minas.

Son miles de niños y niñas que viven historias como las de Paul, huérfano de 14 años, quien describía así su trabajo: “Pasaba 24 horas allí abajo, en los túneles. Llegaba por la mañana y me marchaba a la mañana siguiente”.

Se veía también privado del acceso a la educación. En sus propias palabras : “Mi madre adoptiva quería que fuera al colegio, pero mi padre adoptivo estaba en contra y me explotaba haciéndome trabajar en la mina”.

En el informe de Amnistía Internacional “This is What We Die For”, publicado en enero de 2016, se evidenció que niños de tan solo siete años trabajaban en condiciones deplorables en la minería, bajo el riesgo de sufrir accidentes mortales y de contraer enfermedades pulmonares graves.

El negocio del aceite de palma

En Indonesia, niños de tan solo ocho años trabajan en el sector del aceite de palma.

Un niño de 10 años relataba así su dificultad al realizar este trabajo :

“No voy a la escuela. […] Transporto yo mismo la bolsa con los frutos sueltos pero sólo puedo llevarla medio llena. Es difícil transportarla, pesa mucho. Lo hago también bajo la lluvia pero es difícil. […] Tengo las manos doloridas, y me duele todo el cuerpo”.

Hoy, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, Amnistía Internacional pide a los gobiernos que garanticen especial protección a la infancia respetando la Convención de Derechos del Niño, sus Protocolos y otros tratados internacionales y, en particular, que garanticen el derecho a la educación de niños y niñas.

¡Actúa!

Tú también puedes contribuir en la lucha contra el trabajo infantil :

  1. Firma la ciberacción de Amnistía Internacional dirigida a las empresas que utilizan aceite de palma suministrado por una empresa que emplea a niños de entre 8 y 15 años. Niños y niñas que realizan trabajos físicos peligrosos y que deben abandonar la escuela para ayudar a sus padres en la plantación.
  2. Hazte activista de Amnistía Internacional y lucha contra injusticias como el trabajo infantil.