Hace ya unos dos años que nos embarcamos, junto con la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS) y Acción en Red (AeR), en la locura del proyecto que se llamó “Corre Por Siria”.
Después de muchos mareos por un equipo organizador de activistas novato, con muchos miedos y tropiezos, pero también con mucha ilusión, esfuerzo y trabajo, vimos nacer a nuestra primera “hija”, la carrera en Madrid del 21 de marzo de 2016.
Una inocente carrera popular
Los resultados obtenidos fueron algo que ni por un momento se nos pudo pasar por la cabeza cuando, en una de nuestras reuniones semanales, agendamos el proyecto de llamar la atención de la terrible situación que vive el pueblo sirio con una inocente carrera popular. Sí, es cierto que apostábamos por el tirón del efecto running, pero ¿llegar a los 4100 participantes? ¡Sólo en los sueños de las más osadas y de los más atrevidos! Además cabe destacar el efecto acompañante, o/y el efecto subo-a-las-redes-la-foto-corriendo-de-mi-madrugón-del-domingo, que hacen que el mensaje llegue a muchos ojos y orejas más, y a mentes que con suerte se pararán a pensar y a reflexionar, aunque solo sea por un breve instante ¿qué es lo que estará pasando allí para que se movilicen así?
Santander también se ató las zapatillas
Después de esto llegó, a la altura del 18 de septiembre, la carrera Santander Corre Por Siria, en la que nuestra homóloga AI Santander se ató los cordones de las zapatillas también para, junto con la AAPS y Pasaje Seguro Ya, correr por la maravillosa costa de Santander. De esta forma, nuestras compañeras se sumaban a esta denuncia y a esta manera de conseguir apoyo a la causa. Es difícil describir la marea de sentimientos que supuso estar allí y contemplar cómo la semilla de una inocente propuesta se había convertido en una robusta planta de la que salían nuevos esquejes…era emoción y orgullo de que algo que habíamos empezado se propagase con esas personas entusiastas e increíbles que nos acogieron.
La emoción se encontraba de repente con la melancolía y la tristeza, porque no se trataba de mi, ni del grupo de coordinación de Corre Por Siria Madrid, se trataba de que si hacíamos esas carreras es porque a esta hora y en este mundo, solo que cambiando España por Siria, la gente corre, pero de miedo, y por escapar de una cruenta e injusta guerra…. Esas incomprensibles contradicciones de la mente humana, estar disfrutando del relativo éxito de una idea sobre algo que no debería ocurrir, aunque el disfrute sea solamente porque se demuestre que no todo el mundo quiere ser cómplice de las masacres y violaciones de derechos humanos que algunos y algunas se empeñan en llevar a cabo.
De nuevo en Madrid
Y ya con todo esto… con la borrachera de éxito e ilusión, como si no nos saciásemos con esos dos encuentros, nos lanzamos a la segunda edición en Madrid. Otra vez trabajo, trabajo y más trabajo, y llamadas, y reuniones, y tropiezos otra vez, y aciertos y logros para aupar el ánimo, y el apoyo y agradecimiento de gente anónima porque des una segunda oportunidad a la gente de Madrid para poder involucrarse en la causa….¡eso sobre todo echa gasolina a la maquinaria que pone en rodaje una carrera! No os mentiré, ha sido cansado e intenso, pero haciendo balance ha valido la pena: el 19 de febrero de 2017, cerca de 3700 personas nos acompañaron otra vez para correr inundando la Castellana, y muchas más colaboraron con la donación y el dorsal cero. Lo mejor es cuando se te acercan y te dicen “gracias por hacer esto, por organizarlo” y sabes que el esfuerzo tiene una finalidad, ser el medio para que la gente se sienta partícipe de algo. Porque el mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo, así que seamos instrumento de cambio. Hay mil maneras, la que escogimos esta vez fue corriendo con ganas, para que en Siria algún día no tengan que hacerlo por miedo.
¡Actúa!
Todavía estás a tiempo de apoyar al pueblo sirio:
- Firma para pedir al gobierno que cumpla con sus compromisos de acogidaYaTraiganALos17.000
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