Mercè Luz Arqué, jurado del concurso fotográfico ‘La salud mental es un derecho’, subraya la importancia de hablar sobre la salud mental como exploración de la complejidad de lo vivido por quienes tienen el problema, como medio para desafiar las percepciones y prejuicios que lo rodean y como una forma de expresión visual y creativa que inspira la acción y el cambio.
«EL ARTE PERMITE HACER VISIBLE ESE YO INTERIOR QUE NO PODEMOS MOSTRAR DE OTRO MODO»
Autora: Pepa Calvo
La artista Mercè Luz, formada en el mundo de las bellas artes, estudió esta carrera en la Universidad de Barcelona. Durante años ha sido la responsable del Museo Tiflológico -el “museo para ver y tocar”- y del Departamento de Cultura y Ocio de la Fundación ONCE. En la actualidad sigue colaborando en temas relacionados con la cultura inclusiva.
Se define como “activista de la accesibilidad” y es socia de Amnistía Internacional desde hace varios años, por eso aceptó encantada formar parte del jurado que evaluará las fotografías presentadas al Concurso organizado por Amnistía Internacional Madrid ‘La salud mental es un derecho’. Hablamos con Mercè sobre la importancia del debate sobre salud mental y su relación con los derechos humanos.
- ¿Es posible conjugar en la expresión artística el problema de la salud mental con su gran componente de intimidad de las personas?
El arte puede ser una herramienta muy poderosa para explorar y experimentar los desafíos de la salud mental. Es verdad que la salud mental es un tema muy sensible, puede ser difícil de debatir, de hablar directamente de ello. El arte nos permite y nos proporciona una forma segura y creativa para que las personas compartan esas experiencias y sentimientos sobre su salud mental. A través de cualquier expresión artística se pueden expresar emociones y pensamientos de una manera no verbal, lo que puede ser muy liberador.
Además, el arte también puede ayudar a crear conciencia sobre los problemas de salud mental. Las obras de arte que abordan este tema pueden ser una fuente de inspiración y apoyo para aquellos que están pasando por situaciones similares.
- ¿Cómo puede contribuir una fotografía a eliminar la estigmatización existente en torno a la salud mental?
La fotografía puede capturar momentos emocionales y transmitir un mensaje con gran impacto visual. De hecho, puede ayudar a la desestigmatización de los problemas de salud mental al hablar directamente de ellos, mostrarlos artísticamente rompiendo
estereotipos y, en consecuencia, creando conciencia. La fotografía puede ser una buena herramienta para visualizar la complejidad de la salud mental y, por tanto, dar voz a las personas que lo están viviendo como obstáculo en su día a día. Además, a través de la fotografía se fomenta la empatía al ponernos delante de un problema con tantas derivaciones y que está tan presente en la sociedad actual.
- ¿Qué puede aportar la poética propia de la visión del artista, en este caso fotográfica, al debate sobre la salud mental?
Cada artista tiene su propia perspectiva y enfoque artístico para ilustrar de manera única los temas relacionados con la salud mental. Lo que puede aportar la poética fotográfica a la salud mental se basa en la exploración de la complejidad de la experiencia humana a través de obras que pueden capturar los momentos de dolor, lucha, esperanza, y alegría que son parte de lo vivido por quienes tienen el problema. Asimismo, sirve para desafiar las percepciones y prejuicios que rodean la salud mental y proporciona una plataforma para la expresión de las personas con problemas de salud mental aportando herramientas para que expresen su experiencia de una manera visual y creativa. Por último, contribuyen a inspirar la acción y el cambio al despertar la conciencia y la empatía hacia aquellos que enfrentan este tipo de problemas.
- Partiendo de tu experiencia profesional y reflexionando sobre tu propia obra -dado que en ella se pone de manifiesto tu interés por la accesibilidad y por la inclusión- ¿cómo podrías traducir tal interés en el ámbito de la salud mental?
Como modelo de lenguaje, el arte permite hacer visible ese yo interior que no podemos mostrar de otro modo. Puede ser consciente o inconsciente y es un hecho relevante y evidente en la expresión artística, por lo que podríamos decir que el arte tiene una gran capacidad de solventar situaciones y, por qué no decirlo, problemas. Por ello el artista siempre está en una búsqueda constante, para encontrar respuestas y soluciones.
En mi opinión, para traducir el interés por la accesibilidad y la inclusión al ámbito de la salud mental, es necesario comenzar por reconocer la importancia de incluir a todas las personas en el diálogo sobre la salud mental, independientemente de su capacidad física o cognitiva, género, orientación sexual, raza, etnia, discapacidad, religión, idioma, etc.
5) ¿Qué consejos podrías dar a las personas que deseen participar en el concurso fotográfico?
Yo les recomendaría que participen en las diferentes convocatorias y en los concursos en general -en este en particular- para dar visibilidad a la diferencia humana, porque es
una cualidad del ser, sin que esa diferencia suponga una estigmatización o discriminación, por el hecho de tener algún problema de salud mental. De hecho, el arte es la actividad más inclusiva que existe, porque no pregunta si tienes o no discapacidad o problemas de salud mental, sino que nos incluye y engloba a todos.
Además, el acceso y la participación en la vida cultural es un derecho que reconoce específicamente Naciones Unidas en el artículo 30 de la Convención de 2006, de modo que no podemos dejar a nadie atrás.
Por ello, os animo a participar en el concurso ‘La salud mental es un derecho’ y así dar visibilidad a esta situación social tan convulsa que nos está tocando vivir y que tanto nos está afectando a nivel mental.
