Toda la información que circula por Internet se recopila gracias a un modelo de negocio en el que los servicios ofrecidos al usuario son gratuitos a cambio de la venta de sus datos a otras empresas y el seguimiento de sus búsquedas por parte de las agencias de inteligencia. La gente sabe que su privacidad está siendo vulnerada, pero necesita aceptar los términos legales de las aplicaciones para interactuar socialmente.